¿Por qué la leche de cabra es más saludable que la leche de vaca?

Las hembras de los mamíferos poseen órganos secretores de un líquido que sirve para alimentar a sus crías.

Este proceso se llama amamantamiento y el líquido se conoce como leche.

Todos los mamíferos (incluido el ser humano) pasan por este proceso desde su nacimiento hasta el llamado “destete”. Sólo el ser humano es el único ser vivo que consume este líquido después del destete y además lo hace por medio de otros animales.

Los animales que el hombre ha criado para extraer leche por lo general han sido por tradición las vacas (Bos taurus).  No obstante, también se han criado otras especies tales como:

• ·         Cabra
• ·         Oveja
• ·         Búfala
• ·         Yak
• ·         Camella

Con este líquido extraído no sólo lo consume por sí solo, sino también ha elaborado productos derivados del mismo, tales como: mantequilla, nata, crema, quesos, yogurt, ricotta, etc.

Sin embargo, desde hace unos pocos años, se han descubierto ciertas patologías asociadas al consumo de leche y sus derivados. Numerosos estudios afirman que los componentes de la misma pueden causar trastornos en el organismo, los cuales pueden ser:

• ·         Meteorismo (flatulencias)
• ·         Cólicos
• ·         Reflujo gastroesofágico
• ·         Exceso de mucosidad
• ·         Reacciones alérgicas

Por lo general, estas patologías están asociadas con el consumo de leche de vaca. Mas recientemente se han realizado estudios científicos que afirman que la leche de otras especies como las cabras, búfalas, ovejas y camellas no tienen la tendencia a producir las mismas.

Ello es debido a lo siguiente:

·         La leche tradicional de vaca es de tipo A1, por lo cual tiene componentes como lactosa y caseína y además, dentro de la caseína posee un componente llamado BCM7, el cual se libera en el intestino produciendo todas las patologías mencionadas.

·         En cambio, las leches de cabra, oveja, búfala y camella son del tipo A2 y se componen sólo de galactosa (monosacárido), la cual es más simple que la lactosa y no requiere de lactasa para su digestibilidad. Además, dentro de sus proteínas no poseen el componente nocivo BCM7. Por lo tanto no hay posibilidad de que puedan resultar nocivas.

Tanto así que algunos médicos neurólogos especialistas en espectro autista recomiendan proscribir la leche de vaca y sus derivados y sustituirlos por los de camella o cabra.