¿Por qué es tan difícil asimilar el síndrome de Asperger?

El manual de psicología DSM-IV califica los diferentes trastornos del desarrollo humano.
Entre los mencionados trastornos se tienen los del llamado "espectro autista". Cabe destacar que de ellos existen 2 muy conocidos:

• El autismo "clásico" o de Kanner
• El síndrome de Asperger (mal llamado "autismo de alto funcionamiento)

Es bueno destacar que aunque sean dos trastornos afines tienen diferencias notables en sus características:

• En el S.A. el habla es muy desarrollada, en efecto, el léxico es tal que no suelen emplear "jergas coloquiales" al hablar; en tanto que los afectados con autismo no pueden hablar.
• El coeficiente intelectual de un "aspie" (llamado así coloquialmente) suele ser incluso superior a la media, en tanto que en el autismo es más bien muy bajo.
• Las personas con Asperger por lo general suelen ser muy torpes físicamente, cosa que no sucede con quienes tienen autismo "clásico". Por esto son pésimos deportistas.
• En el autismo clásico no existe interés en hacer amistades mientras que en el Asperger sí lo hay aunque se hace extremadamente difícil.

Debido a las características de este síndrome (que suelen hacer que la persona se torne un poco "excéntrica" respecto a los llamados "neurotípicos") y al hecho de aparentar ser físicamente una persona "común y corriente" se piensa que las personas afectadas con síndrome de Asperger:

• Son "extraños" simplemente por "ser así como son"
• Parezcan "enfermos mentales" (de ahí que se los catalogue de "locos", "retrasados mentales", "tarados" o incluso "mongólicos". Éstos son términos peyorativos que deben desterrarse del vocabulario al referirse a ellos).
• Debido a sus dificultades para socializar se los vea como "bichos raros".
• Se cree que son así porque de niños "los miman y consienten demasiado"

Todo ello sumado a la mayor plaga que ataca silenciosamente a la humanidad: la ignorancia. No sólo ésta, sino también la rutina de la ajetreada vida moderna que impide disfrutar de los momentos y/o de dedicarse a adquirir conocimientos.

"Un pueblo ignorante es el instrumento ciego de su propia destrucción" (Simón Bolívar)