¿Por qué no es bueno que los niños usen smartphones o tabletas?

La tecnología ha avanzado a pasos tan agigantados que lo que hace unos años era una maravilla novedosa hoy en día es una cosa obsoleta. Y la tendencia es tal que lo que hoy en día es una novedad mañana obviamente quedará obsoleto.
En efecto, los teléfonos celulares han avanzado a tal punto que de ser unos simples teléfonos para hacer llamadas se han convertido en una suerte de pequeños equipos de computación. Incluso, muchas veces han desplazado a las típicas computadoras/ordenadores de escritorio y los portátiles.
Estos avances tecnológicos suelen llamarle la atención a los niños, en efecto, tienen unos aditamentos de software llamados "aplicaciones" que en muchos casos se trata de juegos, los cuales pueden atraer la atención de los niños.
Sin embargo, como estos aparatos tienen  conexión a la red de Internet (ya sea por "planes de datos" o por conexión inalámbrica WiFi) entonces tienen aplicaciones dedicadas a las llamadas "redes sociales". Si un niño tiene un aparato de estos en sus manos puede caer en la tentación de:

• Crearse perfiles en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, etc.
• Llevarse el artefacto en cuestión a su colegio para presumirlo delante de sus amigos

En teoría esto no sería malo, pero puede traer serios problemas:

• Se puede convertir en nomofóbico o adicto al smartphone.
• Podría tener acceso a contenido inadecuado para su edad.
• Se puede prestar para ciberacoso o cyberbullying. 
• Se lo podrían robar.
• Podría descuidar sus estudios.

Es por ello que no es buena idea darle aparatos de estos a los niños, menos si son menores de 12 años. Es más, las redes sociales no deberían permitir crear perfiles a menores de edad.